Cinta de Moebio, Revista de Epistemología de las Ciencias Sociales

In Chile, the contemporary form of academic life is irreducible to neoliberalism. There are past experiences and discourses that continue to disrupt the daily routine, dynamics, intensity, and rhythm of academics. They manifest as various epistemological, ethical, institutional, technical, and political mechanisms that produce innumerable images, meanings, and practices. These experiences conflict with the affects and material realities of the neoliberalism. The entanglement of these experiences from the past and present is conflicting, as they attempt to ignore or repress each other. In this respect, this paper addresses the following question: what is the model of academic behaviour that was established during the post-independence period in the Chilean university system? To answer this question, I explore Andres Bello's texts concerning university and academic life. The conclusion is that Bello established a specific model of academic behaviour that, with some later modifications, reconfigurations, and contradictions, returns to the present. Bello's influence today can be seen through spectres that enable and limit new possibilities for expanding academic critique within and across scholarly settings.

El pensamiento social crítico mantiene una relación ambivalente con la ciencia. Sustanciales críticas a ella han venido, en décadas recientes, desde el feminismo y el decolonialismo. Este artículo aborda la forma en que la investigación social crítica chilena emplea las herramientas de la ciencia para la construcción de la facticidad, sus procedimientos de validación y la noción de verdad que aplica en su proceso constructivo, buscando ver cómo se manifiesta tal relación en la práctica y en la apreciación de los investigadores. Se basa en el análisis cuantitativo de un corpus de 291 textos de carácter crítico publicados entre 2000 y 2022, y en el análisis cualitativo y cuantitativo de un subconjunto de 167 textos, junto a entrevistas a 55 de sus autores. Entre sus resultados destacan, como características de la práctica investigativa crítica: un evasivo tratamiento de la verdad; una gran valoración de la evidencia empírica; un significativo cambio de herramientas teóricas y supuestos epistemológicos; la exploración de nuevas herramientas metodológicas participativas, pero por grupos reducidos, con limitaciones operativas y escasa irradiación; la falta de arraigo efectivo de la noción de “validez catalítica” y una adhesión tácita, no reconocida, a una noción habermasiana de la verdad.

El objetivo de este artículo es analizar la disputa en torno a las ciencias sociales de Theodor Adorno y Karl Popper de 1961, publicada en el libro La disputa del positivismo en la sociología alemana. Los ejes del análisis son: Qué es la ciencia, cuál es su método. Para cumplir el objetivo, explicitaremos cada uno de los puntos antes mencionados, para luego, en una tercera etapa contrastar las aproximaciones de ambos autores. En las conclusiones se discuten las posibles derivas políticas a las cuales conducen las concepciones de los autores.

El propósito de este ensayo es analizar en qué manera se producen las elaboraciones de conocimiento social, diferenciando el que es propiamente generado como construcción del mundo social del que, de un modo más específico, tiene pretensión de validez científica. Nuestra intención ha sido hacerlo poniendo el fundamento en esa intuición que se caracteriza por ser una forma de acceso al conocimiento cotidiano habitual, natural, sin complejas elaboraciones, intuitivo, en definitiva, que parece regir los posicionamientos, puntos de vista y percepciones en nuestros días; y lo hace, además, de una forma que puede llamarse estética por las propias conceptualizaciones más clásicas, y también porque la estética parece ser uno de los signos de nuestros tiempos que ha quedado incorporado a los mecanismos por los que se produce el conocer intuitivo. Sobre estas bases, concluiremos proponiendo algunas conceptualizaciones que definan y delimiten la validez de las distintas formas de conocimiento social.

En el marco de su filosofía de la moneda Locke desarrolla un concepto de ésta como algo que pertenece a la naturaleza de las cosas, pero cuyo valor debe promulgarse políticamente una sola vez y para siempre. A su juicio la moneda es el oro o la plata, y su ordenamiento está dictado por el orden de la razón natural, lo que obliga a los hombres a erigir su institución respetando esta norma natural de las cosas con la actitud de una promesa inquebrantable. Más allá de la fijación que ordena el valor de la moneda a la naturaleza intrínseca del buen orden social, la intervención estatal en la creación y gestión de la moneda es juzgada en cambio como esencialmente perniciosa. El presente artículo estudia la función que cumple este peculiar concepto de la moneda en cuanto antecedente temprano del mito liberal de la economía como una supuesta disciplina científica cuyo objeto epistémico sería el mercado, entendido éste análogamente, bajo el influjo de las ideas deístas del siglo XVIII, como un producto del orden espontáneo y virtuoso de la sociedad.