Introducción: El rendimiento en sprint se rige por la interacción entre la aceleración, la velocidad máxima y la resistencia a la velocidad. Si bien estos componentes se han estudiado de forma independiente, su influencia combinada en el rendimiento en 100 m y 400 m sigue siendo poco explorada. Comprender a fondo su interdependencia es fundamental para perfeccionar las estrategias de entrenamiento basadas en la evidencia.
Objetivo: Este estudio investiga las contribuciones relativas de la aceleración, la velocidad máxima y la resistencia a la velocidad al rendimiento en sprint en atletas de élite y sub-élite, con el objetivo de fundamentar intervenciones de entrenamiento optimizadas para sprints de corta y larga distancia.
Metodología: Treinta velocistas de competición participaron en una intervención de entrenamiento longitudinal de 12 semanas. Las evaluaciones biomecánicas incluyeron sistemas de captura de movimiento de alta velocidad y cronometraje láser para evaluar el tiempo de aceleración, la velocidad máxima y la resistencia a la velocidad (evaluada mediante la disminución repetida del sprint). Se emplearon análisis de correlación de Pearson y de regresión múltiple para identificar asociaciones entre estas variables y los resultados del sprint. Resultados: La aceleración se asoció fuertemente con el rendimiento en los 100 m (r = -0,84, p < 0,001), mientras que la velocidad máxima contribuyó significativamente al rendimiento en ambas distancias de sprint. En las pruebas de 400 m, la resistencia a la velocidad se convirtió en el principal determinante del rendimiento (r = -0,79, p < 0,001). Los atletas que demostraron un desarrollo equilibrado en los tres componentes lograron las mejoras de rendimiento más significativas.
Discusión: Los hallazgos coinciden con investigaciones biomecánicas y fisiológicas previas sobre el sprint, pero subrayan la necesidad de enfoques de entrenamiento integrados que aborden simultáneamente todos los dominios del rendimiento.
Conclusión: La aceleración y la velocidad máxima son determinantes clave para el éxito en los 100 m, mientras que la resistencia a la velocidad es crucial para el rendimiento en los 400 m. Estos resultados resaltan la importancia de los marcos de entrenamiento individualizados y multidimensionales. Las investigaciones futuras deberían examinar las adaptaciones neuromusculares a largo plazo y las estrategias periodizadas para optimizar el rendimiento en el sprint.
Introducción: El rendimiento en sprint se rige por la interacción entre la aceleración, la velocidad máxima y la resistencia a la velocidad. Si bien estos componentes se han estudiado de forma independiente, su influencia combinada en el rendimiento en 100 m y 400 m sigue siendo poco explorada. Comprender a fondo su interdependencia es fundamental para perfeccionar las estrategias de entrenamiento basadas en la evidencia. Objetivo: Este estudio investiga las contribuciones relativas de la aceleración, la velocidad máxima y la resistencia a la velocidad al rendimiento en sprint en atletas de élite y sub-élite, con el objetivo de fundamentar intervenciones de entrenamiento optimizadas para sprints de corta y larga distancia. Metodología: Treinta velocistas de competición participaron en una intervención de entrenamiento longitudinal de 12 semanas. Las evaluaciones biomecánicas incluyeron sistemas de captura de movimiento de alta velocidad y cronometraje láser para evaluar el tiempo de aceleración, la velocidad máxima y la resistencia a la velocidad (evaluada mediante la disminución repetida del sprint). Se emplearon análisis de correlación de Pearson y de regresión múltiple para identificar asociaciones entre estas variables y los resultados del sprint. Resultados: La aceleración se asoció fuertemente con el rendimiento en los 100 m (r = -0,84, p < 0,001), mientras que la velocidad máxima contribuyó significativamente al rendimiento en ambas distancias de sprint. En las pruebas de 400 m, la resistencia a la velocidad se convirtió en el principal determinante del rendimiento (r = -0,79, p < 0,001). Los atletas que demostraron un desarrollo equilibrado en los tres componentes lograron las mejoras de rendimiento más significativas. Discusión: Los hallazgos coinciden con investigaciones biomecánicas y fisiológicas previas sobre el sprint, pero subrayan la necesidad de enfoques de entrenamiento integrados que aborden simultáneamente todos los dominios del rendimiento. Conclusión: La aceleración y la velocidad máxima son determinantes clave para el éxito en los 100 m, mientras que la resistencia a la velocidad es crucial para el rendimiento en los 400 m. Estos resultados resaltan la importancia de los marcos de entrenamiento individualizados y multidimensionales. Las investigaciones futuras deberían examinar las adaptaciones neuromusculares a largo plazo y las estrategias periodizadas para optimizar el rendimiento en el sprint. Read More