La esfera virtual ha ganado progresivamente protagonismo hasta convertirse en una extensión de la vida real. Lejos de crear una sociedad más horizontal y libre de desigualdades –augurada por las opiniones ciberoptimistas– el desarrollo de las democracias actuales está empañado por una perspectiva ciberpesimista que se impone sobre la visión bonhomista de sociedad digital que acompañó el cambio de siglo. La construcción de un pensamiento fundado en posiciones antagónicas que se sustentan en las diferencias, la proliferación de la comunicación digital mediada a través de redes sociales y herramientas de mensajería bajo un aparente anonimato, y la emergencia de nuevos actores políticos que sacan partido de la polarización han permitido la germinación de discursos de odio y otras disfunciones de la comunicación.
En la actualidad, los sistemas democráticos están sometidos a un proceso de erosión agravado por el incremento de la polarización, el auge de los populismos políticos y el desarrollo de nuevas formas de totalitarismos digitales. Esta sensación de crisis sistémica muta, se propaga y evoluciona a través de la red y los vínculos que se crean a través de redes sociales, herramientas de mensajería privada y otras fórmulas de comunicación de masas.
El papel de la comunicación como eje vertebrador de estos fenómenos se encuentra en una encrucijada interesante. Nunca la humanidad ha tenido tantas posibilidades de conexión y comunicación, y al mismo tiempo, se perciben síntomas de agotamiento social y cierto retroceso ideológico (por ejemplo, negacionismos). En este caldo de cultivo, la emergencia de fuerzas políticas que basan su estrategia de comunicación en las pulsiones que provocan asuntos controvertidos en redes sociales, el enfrentamiento a la globalización –y repliegue hacia estados-nación–, en una tensión global-local afecta a la sociedad en su conjunto.
En este número de RLCS se invita a la comunidad investigadora a profundizar sobre la proliferación de discursos de odio en la red, analizar el auge de populismos y autoritarismos digitales. Asimismo, el monográfico está abierto a contribuciones en el ámbito de la evolución temporal de las opiniones en las comunidades en línea que requiere de combinación de técnicas de análisis de sentimientos y análisis de redes sociales. El análisis de discurso y análisis crítico de discurso realizado sobre las fórmulas de comunicación que dan amparo a cualquier manifestación de discursos de odio, la descripción y análisis de populismos y en análisis comparado de este tipo de prácticas digitales son también bienvenidos. En este punto de inflexión para el desarrollo de las sociedades democráticas actuales, las aportaciones científicas y el pensamiento crítico desde la Academia serán fundamentales para los avances sociales del presente siglo.
La esfera virtual ha ganado progresivamente protagonismo hasta convertirse en una extensión de la vida real. Lejos de crear una sociedad más horizontal y libre de desigualdades –augurada por las opiniones ciberoptimistas– el desarrollo de las democracias actuales está empañado por una perspectiva ciberpesimista que se impone sobre la visión bonhomista de sociedad digital que acompañó el cambio de siglo. La construcción de un pensamiento fundado en posiciones antagónicas que se sustentan en las diferencias, la proliferación de la comunicación digital mediada a través de redes sociales y herramientas de mensajería bajo un aparente anonimato, y la emergencia de nuevos actores políticos que sacan partido de la polarización han permitido la germinación de discursos de odio y otras disfunciones de la comunicación. En la actualidad, los sistemas democráticos están sometidos a un proceso de erosión agravado por el incremento de la polarización, el auge de los populismos políticos y el desarrollo de nuevas formas de totalitarismos digitales. Esta sensación de crisis sistémica muta, se propaga y evoluciona a través de la red y los vínculos que se crean a través de redes sociales, herramientas de mensajería privada y otras fórmulas de comunicación de masas. El papel de la comunicación como eje vertebrador de estos fenómenos se encuentra en una encrucijada interesante. Nunca la humanidad ha tenido tantas posibilidades de conexión y comunicación, y al mismo tiempo, se perciben síntomas de agotamiento social y cierto retroceso ideológico (por ejemplo, negacionismos). En este caldo de cultivo, la emergencia de fuerzas políticas que basan su estrategia de comunicación en las pulsiones que provocan asuntos controvertidos en redes sociales, el enfrentamiento a la globalización –y repliegue hacia estados-nación–, en una tensión global-local afecta a la sociedad en su conjunto. En este número de RLCS se invita a la comunidad investigadora a profundizar sobre la proliferación de discursos de odio en la red, analizar el auge de populismos y autoritarismos digitales. Asimismo, el monográfico está abierto a contribuciones en el ámbito de la evolución temporal de las opiniones en las comunidades en línea que requiere de combinación de técnicas de análisis de sentimientos y análisis de redes sociales. El análisis de discurso y análisis crítico de discurso realizado sobre las fórmulas de comunicación que dan amparo a cualquier manifestación de discursos de odio, la descripción y análisis de populismos y en análisis comparado de este tipo de prácticas digitales son también bienvenidos. En este punto de inflexión para el desarrollo de las sociedades democráticas actuales, las aportaciones científicas y el pensamiento crítico desde la Academia serán fundamentales para los avances sociales del presente siglo.