El artículo aborda el estado actual de la filosofía de la educación, que busca comprender la naturaleza y los
fundamentos de la educación para mejorar su efectividad. Identifica una brecha significativa entre los problemas
teóricos y prácticos de la educación, tal como se perciben y responden en la agenda pública. Esta separación limita
la capacidad explicativa de la disciplina y reduce su relevancia para los actores educativos. Ante este panorama,
el artículo propone explorar cómo integrar teoría y práctica educativa. La metodología del artículo implica un
análisis crítico del punto de vista de Wittgenstein, enriquecido con las perspectivas de Williams y Medina. Se
examina cómo estos filósofos abordan la relación entre la teoría filosófica y la práctica educativa, especialmente
en términos de cómo las creencias y los procesos de instrucción se interrelacionan y se pueden entender desde
una perspectiva integrada. Los principales resultados sugieren que integrar la teoría filosófica con la práctica
educativa permite no solo una comprensión más profunda de los fundamentos de la educación, sino también
una mejora en la efectividad de las estrategias educativas. Además, se plantean consideraciones finales sobre el
estado actual de la investigación filosófica en educación, destacando la importancia de continuar explorando
estas conexiones para avanzar hacia un enfoque más integral y práctico en la filosofía de la educación.
En este marco, el texto comienza señalando que el actual nivel de madurez de la Filosofía de la Educación presenta el defecto de desplegarse profundizando la brecha que separa los problemas teóricos y los problemas prácticos de la educación, tal y como estos son descritos en la agenda pública en cuanto respuesta a las demandas de la población. Esta situación, por cierto, limita sustancialmente sus posibilidades explicativas y la convierte en una tarea sin efectos perceptibles para los actores educativos.
Considerando este hecho, el trabajo examina la posibilidad de vincular la teoría y la práctica educativa, a condición de situarse en una perspectiva que permita relacionar intrínsecamente las preguntas básicas sobre el contenido de las creencias y su proceso de formación, mediante procesos de instrucción. Para este efecto, se examina el punto de vista de Wittgenstein a la luz del análisis de Williams y Medina. Finalmente, el artículo se cierra con algunas consideraciones generales acerca del estatus de las investigaciones filosóficas sobre la educación.
El artículo aborda el estado actual de la filosofía de la educación, que busca comprender la naturaleza y losfundamentos de la educación para mejorar su efectividad. Identifica una brecha significativa entre los problemasteóricos y prácticos de la educación, tal como se perciben y responden en la agenda pública. Esta separación limitala capacidad explicativa de la disciplina y reduce su relevancia para los actores educativos. Ante este panorama,el artículo propone explorar cómo integrar teoría y práctica educativa. La metodología del artículo implica unanálisis crítico del punto de vista de Wittgenstein, enriquecido con las perspectivas de Williams y Medina. Seexamina cómo estos filósofos abordan la relación entre la teoría filosófica y la práctica educativa, especialmenteen términos de cómo las creencias y los procesos de instrucción se interrelacionan y se pueden entender desdeuna perspectiva integrada. Los principales resultados sugieren que integrar la teoría filosófica con la prácticaeducativa permite no solo una comprensión más profunda de los fundamentos de la educación, sino tambiénuna mejora en la efectividad de las estrategias educativas. Además, se plantean consideraciones finales sobre elestado actual de la investigación filosófica en educación, destacando la importancia de continuar explorandoestas conexiones para avanzar hacia un enfoque más integral y práctico en la filosofía de la educación. En este marco, el texto comienza señalando que el actual nivel de madurez de la Filosofía de la Educación presenta el defecto de desplegarse profundizando la brecha que separa los problemas teóricos y los problemas prácticos de la educación, tal y como estos son descritos en la agenda pública en cuanto respuesta a las demandas de la población. Esta situación, por cierto, limita sustancialmente sus posibilidades explicativas y la convierte en una tarea sin efectos perceptibles para los actores educativos. Considerando este hecho, el trabajo examina la posibilidad de vincular la teoría y la práctica educativa, a condición de situarse en una perspectiva que permita relacionar intrínsecamente las preguntas básicas sobre el contenido de las creencias y su proceso de formación, mediante procesos de instrucción. Para este efecto, se examina el punto de vista de Wittgenstein a la luz del análisis de Williams y Medina. Finalmente, el artículo se cierra con algunas consideraciones generales acerca del estatus de las investigaciones filosóficas sobre la educación. Sección, Palabras clave, Palabras clave, Palabras clave, Palabras clave, Palabras clave, Palabras clave